Evaluar la calidad de la atención médico quirúrgica y obstétrica impartida a los pacientes en la unidad hospitalaria, a través del
análisis del expediente clínico y, en su caso, del estudio anatomopatológico de piezas quirúrgicas, biopsias obtenidas y necropsia
efectuada, correlacionando el diagnóstico con el procedimiento terapéutico; además realizar auditoría médica a servicios o personal
cuando existan quejas, o se identifique incumplimiento, omisión, negligencia o impericia y correlacionar el empleo de medicamentos y
otros recursos con el manejo del caso.