El presente ordenamiento tiene por objeto establecer los principios y valores que rigen
el servicio público, así como las reglas de integridad, que deben observar los servidores públicos
en un marco de aspiración a la. excelencia de manera individual en el ejercicio de su empleo, cargo
o comisión, en las Dependencias y Entidades de la Administración Pública del Estado, con el fin de
garantizar una cultura de integridad, además de asegurar un comportamiento ético y responsable en
el ejercicio de sus funciones, asumiéndolos como líderes en la construcción de la nueva ética
pública; así mismo establecer los mecanismos de capacitación y difusión que fortalezcan e incentiven
una cultura de transparencia, legalidad y rendición de cuentas como elementos distintivos de una
gestión pública eficiente y eficaz en la prevención de la corrupción.